El Algarve oriental

A menos 20 minutos de AMA Residences Andalucía se encuentra uno de los rincones del mundo que merece la pena visitar una y otra vez: El Algarve portugués. Un clásico destino de sol y playa, ideal para la práctica de deportes de aventura, disfrutar de diversos planes de ocio, descubrir su historia y deleitarse con una gastronomía para chuparse los dedos. 

Aunque el verano ha llegado a su fin, siempre es buen momento  de escapar a alguno de los puntos más mágicos de la zona del Algarve. Aunque las playas son el principal atractivo turístico (con 200 km de costa y unas 90 playas con bandera azul), sus pueblos y ciudades son una parada obligatoria. 

Comenzaremos nuestro recorrido por los pueblos más cercanos a nosotros para acabar en un próximo post en Sagres, el punto más suroeste de Europa, que se encuentra a escasas 2 horas de AMA Residences Andalucía.

Vila Real de Santo António

El río Guadiana separa España de Portugal, a una vera encontramos el último pueblo de Andalucía (Ayamonte) y a la otra el primero del Algarve portugués (Villa Real de Santo António). Podemos cruzar el río en Ferry o bien por carretera a través del puente Internacional del Guadiana.

Vila Real de Santo António fundada en 1776 es una visita obligada para los que visitan la zona. Aparte de un coqueto y armonioso casco antiguo que fue encargado por el Marqués de Pombal tras el terremoto de Lisboa de 1755, el pueblo es el paraíso para los amantes de las cosas de casa. Resulta prácticamente imposible visitar este pueblo y no volver con el maletero repleto de vajillas (platos, cuencos, bandejas…), textiles (sábanas, toallas…) o productos de alimentación como la deliciosa mantequilla salada, sus panes o pasteles artesanos y su rica Amarguinha. 

Desde la playa de Santo António justo enfrente de la última playa de nuestra Costa de la Luz (Isla Canela) encontramos 15 kilómetros de playas de fina arena, rodeadas de pinos y dunas hasta llegar hasta Manta Rota. Las playas del Algarve oriental cuentan, al igual que las nuestras, con aguas bastante más cálidas que las del resto del Algarve. 

Existen muy buenos restaurantes en la zona pero recomendamos especialmente Sem Espinhas, Dom Petisco y Grand Beach Club.

Cacelha Velha y playa de Fábrica

Cacelha Velha es el balcón perfecto sobre el que divisar la espectacular ría Formosa. Un parque natural de 18.000 hectáreas protegido por 5 islas: Barreta o Desierta, Culatra, Armona, Tavira y Cabanas.

El pueblo en sí es diminuto pero con un encanto imposible de igualar. No en vano su plaza con la Iglesia Matriz de origen medieval, su fortaleza y sus sencillas casitas blancas con toques de azules aparecen en miles de posts de Instagram.

Las opciones para comer son varias. Desde tomar unas ostras en casa da Igreja, comer un arroz de marisco o cataplana en Casa Velha o una mariscada en Fábrica Costa el restaurante junto a la playa de Fábrica. Una playa que merece la pena visitar y que está catalogada según la revista Conde Nast Traveler como una de las mejores del mundo. Para acceder a ella se puede ir andando (bajamar) o cruzar en una barquita por apenas 1 euro cuando sube la marea.

   

Tavira

Tavira, uno de los pueblos más conocidos, pintorescos y auténticos del Algarve, se encuentra a poco más de media hora de nosotros. Pasear por sus calles empedradas, deleitarse mirando sus casas con azulejos portugueses, cruzar el puente romano sobre el río Gilao o comer en alguno de sus múltiples restaurantes es el plan perfecto del fin de semana para los que tienen la suerte de vivir en esta zona del atlántico.

Los amantes de la naturaleza también tienen la opción de recorrer sus 18 kilómetros de playa en Ferry, tren de vapor o caminando. Salvajes, desiertas y silenciosas, las playas de arena rubia se distribuyen en dos islas, la de Tavira y la de Cabanas. 

Le recomendamos nuestra favorita: la Playa de Barril (en la isla de Tavira), para llegar a ella hay que coger el tren de vapor desde Santa Luzia. También se puede ir andando por un sendero paralelo a la vía a la vez que se descubre la fauna y la flora del Parque Natural da Ria Formosa. Por el camino, encontrará un cementerio de anclas de la antigua flota de barcos atuneros.

Para comer hay mucho donde elegir pero nos encantan los nuevos gastrobares como Comme Na Gaveta, Ti María o Artefact.

Olhao

Olhao es una de las ciudades del Algarve que ha conservado mejor su carácter tradicional. Hacer turismo en Olhao es visitar el Algarve cómo era antes. Olhao es una mezcla de belleza y caos, habitual en otros centros urbanos portugueses.

Merece la pena dar un paseo por su mercado y disfrutar de una agradable comida de pescado grelhado y marisco fresco en los restaurantes cercanos.

Al encontrarse frente a la ría Formosa se puede visitar la Reserva Natural o llegar en bote hasta las playas de Armona y Fuseta.

Faro

La capital del Algarve y aeropuerto internacional de la zona. Faro es el punto de llegada para muchos turistas. Una ciudad que abraza la historia y cultura portuguesa. En ella destaca su Cidade Velha (ciudad antigua), un magnífico testimonio de la edad de oro de Faro en el siglo XVI, y la Ilha Deserta, un arenal  blanco rodeado por aguas turquesas y cristalinas de Ria Formosa y del Océano Atlántico.     

Hay vida más allá de las increíbles playas del sur de Portugal. Los que aterrizan en Faro, encontrarán varias razones por las que visitar la capital del Algarve. El centro histórico está delimitado por una muralla medieval, que aún conserva construcciones de otras civilizaciones como las torres bizantinas o la puerta árabe. Las calles, estrechas y empedradas conducen a través del gran patrimonio cultural de la ciudad: Vila Adentro. 

Para los amantes de las compras Faro cuenta con dos grandes centros comerciales y una variada oferta de restauración. Restaurantes como Tertulia Algarvia o Vila Adentro ponen en valor los platos tradicionales de esta zona del Algarve.

Vivir en AMA Residences Andalucía le brinda la oportunidad de disfrutar el Algarve todo el año y especialmente esta época de año cuando los turistas ya se han ido y se puede saborear el verdadero encanto de este país vecino. Cualquier escapada que haga por corta que sea significa volver con el estómago lleno, la memoria de la cámara repleta de recuerdos y una gran sonrisa en la cara.